domingo, 20 de mayo de 2012 | 14:37 | 1 Element(s)
Desde aquel día en que me dejaste, no puedo entenderlo; no
del por qué te fuiste, si no el por qué aun no te puedo olvidar. Soy muy rara,
algunas veces me encuentro feliz, como si fuera que nada importa, pero en otros
momentos vuelvo a recordarte; aquellas
lagrimas que derrame, tus abrazos, tus besos, todas las palabras que me dijiste
y, me pregunto, si eran verdad- estaba sentada sobre mi cama, pensando en
aquello.
Soy Hikari Nagatska, tengo 18 años, estoy en primer año en
la carrera de nutrición y, como toda chica, sufrí una decepción amorosa.
----------------------------------------
La mañana llego rápido, me levante, me di un baño y bajé a
prepararme el desayuno.
- ¿Qué tal amaneciste
Hikari? – preguntó mi madre.
- Bien – le respondí – como siempre – me senté a desayunar.
Al terminar fui al ordenador, como todos los días, cada vez se hacía más monótono;
toda la mañana estuve ahí hasta que mama me llamó para comer.
Horas después, ya tenía que ir a la facultad; como todos los
días iba caminando, no estaba muy lejos así que no había problema. Llegue, me
senté y, como siempre, el aula estaba vacía, saqué mi reproductor, y puse mi
grupo preferido, Linkin Park.
Luego de un rato los compañeros empezaron a llegar. Las
clases pasaban rápido, para mi suerte y ya era hora de salir. Iba caminado y,
como siempre pensando; el camino de ida y vuelta de la facultad era como un
momento reflexivo del día.
Los días pasaban cada vez más lentos, era una tortura. Salí
a dar un paseo, necesitaba aire puro; caminé por el parque y me senté en uno de
los bancos, observaba a los niños jugar, cuando…
-¿Hikari? – escuché mi nombre
-Esa voz – pensé; no me voltee, pero al escuchar su voz supe
quien era –Ryuto – dije en voz baja; efectivamente era Ryuto Kihara, hijo de
uno de los hombres más ricos de esta ciudad. Él estaba tras mío, el chico a
quien había amado y no podía olvidar del todo. Me di la vuelta y lo vi; podía
ver de nuevo aquellos ojos verdes y su encantador cabello castaño, sentí
aquellas ganas inmensas de lanzarme sobre él y abrazarlo tan fuerte; pero no,
respiré profundo y saqué la sonrisa más bonita -¡Ryu-kun! – exclamé -¿Qué haces aquí? –
Sonrió –Iba a hacer unos encargos de mi madre, y tu… ¿Qué
haces aquí? – dijo. El permanecía parado, mientras yo estaba sentada; no quería
verlo a los ojos.
-Ah! Ya veo- le dije –salí a tomar un poco de aire puro, la
casa me parece cada vez mas agobiante – puse mis manos tras mi nuca –quería
distraerme – suspiré.
-Hmm si… - dijo – lo
mismo me pasa, me siento muy aburrido en casa – hablaba con tanta tranquilidad,
como si no recordara nada de lo que paso, y eso me destrozaba por dentro. Un silencio incómodo nos invadió,
sólo se oía como la brisa mecía las hojas de los arboles.
Me levanté –Me tengo que ir – dije empezando a caminar.
-Claro – dijo él, retomando su camino –nos veremos – se
despidió; ni siquiera me atrevía a verlo.
-Sí, nos vemos – dije.
Continuara...
En unos días subiré el segundo capítulo, espero que les haya gustado! Comenten para saber si les gusto y ayudenme a mejorar si algo estuvo mal!
1 comentarios:
Me gusta. Espero ansiosa el siguiente capítulo.
Publicar un comentario
Comenta si te gustó y si no también!