sábado, 1 de septiembre de 2012 | 12:39 | 1 Element(s)
-¡Hikari! – Tsuki llegó corriendo y se abalanzó sobre mí –
¿Estás bien, que te paso? – preguntó y me separó de ella. Sora y Hime llegaron
también.
-Mmm… me golpee la cabeza con… – observé a los tres, que miraban como buscando al culpable para exterminarlo; luego observé a
Sebasu, en su rostro de notaba que se sentía culpable por lo que había hecho
–me golpee con un pilar – dije rápidamente, suspiré –una mala escusa – prensé riendo nerviosamente.
-Aja – dijo Sora dudoso – y… ¿Quién es él? – preguntó
señalando al pelinegro.
-Eh… el es Sebasu Akimoto y me trajo aquí; porque me dolía bastante – coloqué mi mano en aquel
lugar donde me dolía – me ayudó – dije, sonreí y le di unas palmaditas en el
hombro.
-Gracias por ayudarla, Akimoto-san – dijo Hime, haciendo una
reverencia.
-Es verdad – dijeron Tsuki y Sora. Mi amiga rubia se acercó
a mí y miró mi cabeza –¿Te duele? – preguntó. Yo negué y sonreí.
-Por ahora no – dije. Estuvimos sentados, hablando y
conociendo al nuevo amigo.
-Creo que tengo que volver – dijo Sebasu levantándose –vengan,
volveremos a tocar por lo menos tres músicas mas – asentimos y lo acompañamos.
Cuando subía al escenario se volteó hacia nosotros y dijo
–los llevaré luego, para comenzar tu golpe. Espérenme en el estacionamiento –
subió corriendo.
El grupo terminó de tocar y fuimos al estacionamiento,
excepto Sora que fue el solo a su casa. Llegamos hasta allí y nos
quedamos mirando a todos lados, no sabíamos cual era su auto.
Vino Sebasu y se recostó por un auto, y que auto,
decía en mi mente sorprendida, era una Ford GT color negro.
-Estoy muerto – dijo. Abrió la puerta de su auto y subió,
saco la cabeza por la ventana – suban – nos invitó, asentimos y subimos.
Durante el camino hablamos mucho, bueno, creo que yo era la única que había
estado hablando y Sebasu me contestaba; Hime se había quedado dormida y Tsuki
miraba la luna a través de la ventanilla del auto. Habíamos llegado a mi casa,
le ofrecí a mis amigas quedarse a dormir y ella aceptaron.
-Bien – dijo Sebasu –Nos veremos – sonrió, subió a su auto y
se fue.
Entramos a la casa y subimos a mi cuarto. –¡Que día! – dijo
Tsuki tirándose en mi cama.
-Es verdad – Hime se sentó a su lado. Paseó su mirada por
todo mi cuarto, hacía tiempo que ya no me venía a visitar –¿Qué es eso? –
preguntó, señalando hacia mi escritorio. Giré mi rostro hacia donde ella
señalaba y una rosa estaba sobre el, me acerque y tomé la flor entre mis manos
y una tarjeta estaba junto a ella, en esta decía “Gracias Por Visitarme. Ryuto”.
Mis ojos se abrieron de la sorpresa.
-¿Qué dice allí? – preguntó Tsuki levantándose, de un apuro
agarré la tarjeta y la guardé en el cajón.
-Es de parte de mi padre
- dije, esa había sido la primera escusa que se me vino a la mente. Mi
padre siempre andaba viajando y de los lugares en donde se quedaba nos mandaba,
a mi madre y a mi regalos. Aquella escusa había venido excelente para el
momento.
-Que bueno es tu padre – dijo Hime sonriendo.
-Se lo han creído – pensé. Estuvimos gran parte de la noche
hablando, hasta que el cansancio nos ganó y nos quedamos dormidas.
(5 días después)
-En verdad ejecutas muy bien la guitarra – dijo el profesor.
Había decidido volver a retomar las clases de guitarra –no creo que necesites mas clases, sólo repasar un poco – asentí y sonreí.
Volví a casa y me recosté en el sofá, sólo habían sido
cuatro días de clases, la verdad no había nada que aprender. Cerré los ojos,
quería descansar luego de un largo día.
De repente sentí que alguien me movía, al parecer me había quedado dormida –Hija tu teléfono –
abrí los ojos, era mi madre la que me hablaba.
-¿Qué? – pregunté somnolienta.
-Te están llamando – dijo pasándome el teléfono celular. Era
Souta quien llamaba, lo agarré y atendí.
-Hola, Souta – saludé –¿qué pasa? – pregunté. Era raro que
el estuviera llamándome, casi siempre solo me mandaba mensajes de texto.
-Te tengo algo grande – dijo, me sorprendí, ahora que era lo
que se traía entre manos –me dijiste que volviste a practicar, ¿verdad? – preguntó.
-Sí, claro – respondí – ¿por qué preguntas? – no sé porque
sospechaba que no era algo bueno para mí.
-Es que mi padre habilitó un escenario para karaoke o para
algún grupo que quiera presentarse – dijo, en ese momento se me ocurrió que
quizás quería que llamara a Sebasu.
-Aja, y…? - dije, esperando a que continuara con lo que iba
a decirme.
-Y que… – dijo, pausando para el suspenso, la verdad ya me
estaba poniendo nerviosa el que no me dijera nada – convencí a mi padre para
que tu tocaras una canción – dijo alegre; yo me quedé en shock.
-¿Qué yo qué? – dije, sin aún poder creer lo que me había
dicho.
Bueno, espero que les guste y ya saben, comenten!!
Etiquetas: Historia
1 comentarios:
wawa gracias por visitar mi blog:yyy oye quiero saber que pasa...por favor pon mas capitulos jajajaja
saludos y un besote!!
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